viernes, diciembre 28, 2007

Desafios para el 2008







Deseo compartir con Ustedes este artículo de la Psicologa Pilar Sordo, que tengan un feliz 2008

Desafíos de 2008:

"Se nos acabó el año". Ésa es una frase que hoy se escucha por todos lados. Es que parece que a medida que vamos envejeciendo, el tiempo se nos pasa más rápido de lo que quisiéramos. Lo que sucede es que ese aceleramiento tiene más que ver con el uso que hacemos de él que con la objetividad de sus mediciones. Creo que, en general, los chilenos somos malos en la administración de las horas. Siempre tenemos la sensación de que escasea, cuando lo que en realidad ocurre es que vamos teniendo otras prioridades. Es por esto que, a mi juicio, no es válido decir que no tenemos tiempo; debiéramos decir que tenemos otras prioridades y, por lo tanto, lo real es que no nos hacemos el espacio para lo que probablemente sea importante, porque estamos tapados de cosas urgentes.

Éste es un buen punto de partida en la evaluación del año 2007: pensemos a qué le dimos énfasis en el manejo de nuestros tiempos; cuáles fueron las cosas que ocuparon gran parte de nuestro quehacer y de nuestras prioridades. Quizás nos debiéramos preguntar cuánto tiempo le dedicamos al amor en el más amplio sentido, y cuánto se lo regalamos a nuestros deberes y a ese sinnúmero de cosas urgentes, pero de poca trascendencia para nuestras vidas.

Pero el tiempo y el manejo de éste es sólo una dimensión para poder evaluar un año y creo que el análisis más profundo –que siempre hacemos para concluir si fue un buen o un mal año– tiene que ver con la presencia o no de pérdidas afectivas o materiales, y cuántos problemas tuvimos que enfrentar. Si fueron pocos, entonces tenderemos a señalar que tuvimos un buen año, o un año plano como muchas veces me dicen en los talleres. Si hubo dolores, problemas económicos o situaciones complicadas, entonces fue un mal año.

Mi percepción, a medida que envejezco, es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que podamos evaluar estos últimos doce meses tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y apegos.

No debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje. Si usáramos el concepto oriental de que un problema es una oportunidad, entonces la visión de este año cambia, ¿o no?

El nuevo ciclo

Para iniciar en buena forma el año 2008, son importantes y positivos los ritos, porque hacen terminar un ciclo y generalmente vienen cargados de energía. Eso podría explicar el porqué el 31 de diciembre estamos todos agotados y el 1 de enero tenemos la extraña sensación de estar descansados y llenos de nuevos propósitos y sueños para ese nuevo ciclo; cuando sólo hay una noche que diferencia entre un estado y otro.

¿Cómo construir un buen 2008?

Ésa es la pregunta que todos nos debiéramos hacer, y aunque sepamos que es el Año de la Rata, hay algo más que debemos hacer para saber cómo será este nuevo ciclo que se inicia.

Todos tenemos buenos y maravillosos propósitos: los que están gordos se van a proponer adelgazar, los alumnos que ingresan a la enseñanza media se estarán diciendo que el 2008 se tomarán en serio el colegio, etc. Nos diremos que queremos pasar más tiempo con la familia y que seremos mejores personas.

Pero algo pasa en la medida que los días transcurren y todos esos hermosos sueños se desvanecen, y volvemos a repetir las mismas conductas que el año anterior, con muy poco grado de conciencia de que el tiempo se nos va más rápido de lo que quisiéramos, y, al final, esos cambios ceden a lo que llamamos "sistema" y "sociedad", dos personajes que no conocemos y que suelen ser los únicos responsables de nuestras desdichas e inconsistencias.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla dependen de nosotros. Por qué enganchamos con las cosas que no queremos depende sólo del cultivo de la voluntad, pero siempre ha sido más fácil echarle la culpa a todo lo de afuera, y no asumir que uno tiene la vida que quiere tener, y permite que le pase lo que le pasa. Si no me gusta mi vida, tengo que desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo: "Ser feliz es una decisión", no nos olvidemos de eso.

Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tendríamos que hacer para construir un buen año 2008, y siento que debiéramos trabajar todos los días en tres factores trascendentes:

–Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento:

El trabajo, sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. En Chile, el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no como el privilegio de estar cansados, porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos; para dormir, tenemos siglos después.

–Valorar la libertad como una forma de vencernos a nosotros mismos y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero: Quizás el 2008 deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados. Así podremos amar más y mejor.

–Cultivar la paciencia y la fuerza de voluntad: Se trata de ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Éste, a mi juicio, es el gran elemento a educar no sólo el 2008, sino durante todo el siglo XXI.

El 2008 vendrá con lo que tenga que venir. Todo será necesario y maravilloso, lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo, acojámoslo con amor y con gratitud y con el alma abierta a todo lo que tendremos que aprender de él. Feliz 2008, y que Dios los bendiga a todos.

Las tareas 2008

–Sentarnos a la mesa en familia, mínimo una vez a la semana, y ojalá todos los días.

–No contestar teléfonos mientras comemos, para que los únicos ruidos que se escuchen sean los de nuestras voces.

–Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia.

–Saludarnos en los ascensores: saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día.

–Decirnos que nos queremos: No puede ser que en nuestro país sea más fácil decirnos te odio que te quiero, y si digo que estoy profundamente enamorada es porque llevo poco tiempo. Ridiculizamos el amor de una manera preocupante.

–Crear ambiente de hogar en nuestras casas: tiene que haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas, independiente de los recursos, se están volviendo demasiado perfectas y parece que nadie puede vivir adentro.

–Tener contacto con la naturaleza.

–Jugar, reírnos y darnos el tiempo de compartir con los abuelos: Imprimámosles las fotos para que las vean como a ellos les gusta y disfrutemos de sus sabidurías. Obliguemos a nuestros hijos a compartir con ellos, así entenderán sus historias.

–Tratar de crecer en lo espiritual: La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia del nuevo siglo: la inteligencia espiritual.

–Tratar de dosificar la tecnología: Para dar paso a la conversación, a los juegos "antiguos", a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.

Si logramos trabajar en estos puntos y nos comprometemos a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos eximirá de los problemas, pero nos hará entender que la única diferencia entre alguien feliz y otro que no lo es no tiene que ver con las dificultades que tengamos, sino con la actitud con la cual enfrentemos lo que nos toca vivir.

Pilar Sordo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlito.
¿Cuánto tiempo ha pasado? Primero que todo (o es que nada, este es un conflicto grave de decisiones que tengo) un abrazo inmenso de año nuevo “mis mejores deseos para este año 2008; que se cumplan todos tus sueños, tus anhelos, tus metas, tus planes, etc, etc.” Puxas, no había leído tus artículos porque un día desperté aburrida de lo que escribía y chao a mi blog, lo eliminé y obvio ‘po se me borró tu dirección. Pero quien la sigue la consigue (dicen, a mi no me resulta mucho…) y de tanto probar direcciones di con la tuya (ja) he estado súper ocupada y como dice el artículo de la Psicóloga Pilar Sordo que publicaste en tu blog estoy Happy, pero cansadísima.
Lindo artículo, profundo, positivo hartas buenas vibras, me gustó ¿Cuándo será el año del mono? Dice que este es el año de la rata…
En fin, cuídate que tengas un buen verano, una caminata por la playa o en las montañas o en el campo o el lago, no sé, sólo pásalo bien.
Mucha suerte para este año. Hartos abrazos.
Olgandina.
(‘Ups espero que te acuerdes de mi, si no igual mis buenos deseos…)

carlo dijo...

Olgandina:
Disculpa por no escribir antes, pero como es verano y hace calor, parece que todo está más lento, hace tiempo que buscaba tu blog, pero no estabá, incluso te envíe un mail preguntando por él, es una lástima que no esté en la blogsofera, es bueno leer reflexiones de vez en cuando.

saludos y vuelve a escribir

Carlo